jueves, 17 de marzo de 2011

Características para una marca efectiva

Para que una marca sea efectiva, hay que considerar dos ángulos, por un lado la marca como objeto comunicativo y por el otro la marca como valor añadido al producto, empresa, etc. Como elemento comunicativo la marca necesita un nombre que favorezca su circulación (que sea fácil de pronunciar, fácil de recordar) que sea agradable y no tenga connotaciones negativas. El nombre de una marca es importante porque es un signo lingüístico que las personas verbalizamos y escribimos. Cuando una marca se incorpora al lenguaje corriente de la gente, se convierte en una palabra más de su léxico. La marca se integra a la memoria y a la vida de cada uno. El nombre es importante porque lo que no tiene nombre no existe.

Visualmente exige lo mismo, que tenga una forma adecuada, conforme con las leyes de la percepción, que sea fácil de captar y de recordar, que sea distintiva y que connote los valores que se desea vincular a esa marca. La marca como valor añadido no es tanto un problema gráfico sino económico: de política, gestión y conducta de la empresa: la calidad de los productos, la buena imagen pública empresarial, su prestigio, la confianza que haya sabido crear entre sí sus públicos y sociedad.

Una marca debe ser simple. La simplicidad tiene valor auténtico en este entorno tan saturado y abrumador que nos rodea. El nombre ha de ser sencillo de pronunciar y deba ser fácil de captar visualmente. Solo lo simple se opone, y se importa a lo complejo. Las marcas tienen tres ejes: personalidad (quién es y qué es la empresa), cómo es (cómo se muestra, se comunica), dónde está (de dónde viene, origen).

Lo simbólico en una marca es lo más importante, es lo que la marca significa para la gente. Lo simbólico es lo que le da un significado extra a la realidad de las cosas. Afecta a las emociones, la sensibilidad, la seducción.

El propósito de una marca es posesionarse en la memoria del público, esta posición es sensorial (experiencia visual), estética y simbólica de la marca corporativamente (globalmente) es decir, su forma y su significado, su identidad y finalmente, la imagen mental que genera en lo públicos. Identidad, cultura e imagen (mental), son los parámetros que han de servir al diseñador, que en conjunto con la simplicidad, lo formal, la originalidad y la preganancia, se construirá y formalizará la marca gráfica.

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