lunes, 27 de septiembre de 2010

Pensar en sistema...

“Un sistema es una totalidad funcional, un conjunto íntegro que se compone de partes diversas”. Joan Costa


Pensar en sistema implica pensar en forma de red donde cada una de las partes son interdependientes, organizadas según una estructura funcional cuyo fin es la eficacia. Esta partes ocupan un lugar preciso y ejercen una función específica en relación con las demás y respecto al todo, de modo que un cambio en una de ella repercute en las demás y el la totalidad del sistema. Existen también los llamados vectores jerárquicos que rigen su conducta proactiva y reactiva.

Dentro de la estructura de organización interna del sistema, hay constantes y variables.


Los sistemas se pueden clasificar de la siguiente manera:


  1. Según su complejidad: hay sistemas de alta o baja complejidad, los de baja complejidad sin aquellos cuyas constantes y variables no son muy complejos y cada unas de las partes no conforman un subsistema. Los de alta complejidad, son aquellos cuyas variables y constantes tiene un alto nivel de complejidad o cuyas partes son también sistemas.

  1. Según sus características:

. Sistemas operativos: su estrategia se apoya en los aspectos formales – gráficos de las piezas.

. Sistemas Comunicacionales: la estrategia del sistema se apoya en el aspecto conceptual de las piezas.

. Sistema mixto:

Son aquellos cuya estrategia se apoyan tanto en los aspectos formales como los conceptuales.

  1. Según se flexibilidad:

Un sistema puede incorporar (o no) a su estructura nuevas partes constitutivas de modo que pueden clasificarse en sistemas abiertos y cerrados

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